Como algunos sabrán, soy un inútil para pelear y si se me ocurría mandar a la mierda a ese tipo, en este momento estaría lastimado.
Los inútiles evitamos estas situaciones. Nos conocemos bien y escapamos del problema lo más rápido posible.
Cuando huelo peligro, inmediatamente finjo que soy malo, para que nadie moleste. Camino lento y con pasos pesados, manos en los bolsillos, me despeino y pierdo la mirada en algún punto para parecer drogado. Si estoy cerca del sujeto amenazante no lo miro ni pestañeo, aprieto los dientes, y pienso que debería dedicarme a la actuación.