Cada vez que escucho, o leo, a alguna mujer hablando de sus problemas con el novio/marido/amante/chongo de turno o lo que fuere, o de los problemas que le trae la búsqueda de alguno de esos, de las cosas que la hacen sufrir, de los pelotudos que se tienen que bancar, de las histeriqueadas que se tienen que comer, de la eterna lucha contra la soltería, etc, no sé si sentirme bien por no estar pasando lo mismo o sentirme mal por no tener a nadie que me lo haga pasar.

1 comentarios cómplices:

La Ruiva dijo...

Ay, que emoción!