Los hombres no andamos en taxi si tenemos auto propio. Menos si el auto se rompió. Aunque nuestra idea de mecánica se resuma a los principios básicos de la física newtoniana, y creamos que el vehículo se mueve impulsado por la magia de elfos que danzan bajo el capó, nosostros DEBEMOS arreglarlo. Obviamente no se puede y va a parar al mecánico, pero la norma marca que cuando el auto se rompe, perdemos todo un día mirando un misterioso amasijo de metal, mangueras y cables que antes andaba y por algún misterioso motivo dejó de hacerlo. Es como pedir direcciones: hay ciertas cosas que a un hombre lo emasculinizan.


1 comentarios cómplices:

Rox. dijo...

jajaja, por esas pequeñas cosas es que me encantan los hombres!