Ni una huella visible quedará de esas noches en que duermes acompañado pero solo, con alguien pero solo. Esos sábados dejarán como única herencia heridas invisibles. Y suele pasar que al día siguiente cuando ella ya no está te ves queriendo huir pero sin saber de qué y entonces lo entiendes: ningún viaje fugaz entre unas piernas puede darte eso que buscas. Sí. Es entonces cuando realmente lo entiendes: el amor consiste en una cara donde quedarse a vivir.


1 comentarios cómplices:

Jorge dijo...

Demasiado inteligente , el autor sabe del tema...
Lástima que al buscar el site original, desapareció...
Gracias!!