De chico se vino a Buenos Aires, estudió teatro y tuvo muchos trabajos, entre ellos, el que lo sacó del anonimato: era comisario de a bordo de American Airlines, donde decía pavadas por los altavoces en el personaje de una cubana (luego sería Milagros López). Allí lo descubrió Lalo Mir, lo llevó a la radio y de ahí en más ya se sabe: Peña, genio y figura.
3 comentarios cómplices:
Se extrañan las palabras del puto lindo!
QUE PUTO DIVINO, DROGADICTO, Y CREATIVO!.. todo eso lo hacia muy bien... lo de ser puto drogadicto crativo y divino jejejej
Cómo lo extraño.... además era muy sabio...!!!
Un año que parece una eternidad...
Buena elección de la frase...!!
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