Se matan los sueños cuando la cama está hecha exactamente igual todos los días, se extraña el olor a gente dormida. Si no hay paredes descascaradas qué nos recordará que moriremos, sin platos y vasos diferentes cómo sabremos distinguirnos. Ojalá siempre vino y queso, pan; y nunca a la misma hora. Qué maldad no encontrar enamarañada la manta en el sillón del living, que algunos zapatos no se desubiquen, que la música no pueda jugar en cualquier momento y alta. Libros en el baño, pulseras en la cocina y un programa de teatro de posavaso.
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