De no ser por el DNI nadie se daría cuenta que mis "veinti..." culminaron, se liquidaron.

Igualmente, desde hoy comienzo a odiar a todas las pendejas con el culo por la nuca y las tetas en el cuello, que usan minis y zapatillas a cualquier hora de día y sin obligaciones de horarios ni compromisos. Que hablan a los gritos y se manejan en grupitos, todas vestiditas iguales y con el corte de pelo de la misma peluquera.

Si hoy se me cruza un espécimen femenino de menos de 30, simplemente la mato.



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