Aquella no sería la primera ni la última vez que confundo mi vida con una comedia romántica: tengo la incontrolable costumbre de hacerlo. Me baso en introducciones, elaboro nudos complicados y llenos de enredos que desembocan, siempre, en grandilocuentes e imposibles finales felices. Hay un momento, aquel en que uno se sienta a escribir el guión de esa comedia romántica, en el que inconcientemente transforma la realidad, escuchando palabras que nunca fueron dichas o soñando escenas que nunca sucedieron y nunca sucederán.
viernes, 28 de mayo de 2010
Más frases de este estilo en:
Cosas incomprensibles,
Cuando acaba el amor,
Frases sobre el amor,
Palabras
3 comentarios cómplices:
Uhh esta es jodida!
y entonces me pasa que un viernes al a noche tengo el helado, tengo la lluvia deslizándose por la ventana y tengo preparada la cara de sorpresa para cuando suene el timbre, pero no.
Por eso veo el Empire State Building y me imagino que soy Deborah Kerr o Meg Ryan y siempre hay un alguien que diez minutos antes del final justifica haber subido los ochenta y millones de pisos hasta llegar a ese sueño, para que "él" los haga realidad.
Las comedias románticas son los rasgos de la cara más buena de Cupido. ;-)
Publicar un comentario