Mi mamá es Meteoro al volante, un Meteoro despistado que te hace renacer en cada semáforo. Cuando mi hermana y yo aprendimos a manejar, empezamos a pelearnos por ir atrás. ¡Atrás! Una vez perdí (atravesando media Italia) y quedé tan tensionada de presionar el freno invisible que apenas podía caminar. Ahí se rompió el código (todavía tengo crédito).
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