martes, 23 de noviembre de 2010

Mi ciudad es chica, y como la humanidad no para de reproducirse porque evidentemente el sexo está bueno, está dele crecer.

lunes, 22 de noviembre de 2010

El amor es adictivo y masoquista.



domingo, 21 de noviembre de 2010

Lo pasado no es más que una mezcla de lo que creemos haber vivido con lo que nuestros sentimientos lograron deformar. El presente, en cambio, es lo único que vale, lo único real.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Los videojuegos son obra del demonio... eso lo sabemos todos. Igual que Internet y la Coca Diet. Así y todo sigo prefiriendo irme al infierno.

viernes, 19 de noviembre de 2010

El arte de putear es universal, pero la puteada en sí, es algo muy personal. Todos tenemos una puteada predilecta o un insulto que sale sin esfuerzo. Es inherente a la humanidad; me asombra que los científicos, con las boludeces que encuentran, aún no hayan dado con el gen puteador.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Los padres hippies que les ponen a sus hijos nombres en mapuche y otras lenguas similares, ¿no les están metiendo más presión para que sean buenos?

Si tu nombre quiere decir avena en quechua, como que estás obligado a ser bueno, cursar alguna carrera en Sociales y escuchar reggae

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Profe un virus se comió mi tarea y se rompió la impresora. 

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Por qué en lugar de investigar "hasta las últimas consecuencias" mejor no investigan "hasta las primeras causas"?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Lo cierto es que uno nunca pierde sus decenas. Se apilan. Se suman ineludiblemente. Y dicen que dicen que eso es la vida.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Todos sabemos que no hay nada peor que un espónjido desorientado creyendo tener una misión en la vida.


sábado, 13 de noviembre de 2010

El noticiero de Telefé es menos serio que mis amigas y yo tomando mates un domingo de resaca. Se creería que no, pero es posible.


viernes, 12 de noviembre de 2010

Cuando ponemos las cosas en palabras, las hacemos reales; es decir, que el discurso les da existencia. Hay cosas a las cuales no sabemos si queremos regalarles ese privilegio. En parte, probablemente, porque no se lo merezcan. Otra parte también tiene que ver con que no se nos da la gana.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Che, el sereno de la época colonial que nos enseñaban en la primaria, el que andaba por las calles diciendo “¡Las once y todo serenoooooooooo!”, ¿qué gritaba cuando había quilombo?

miércoles, 10 de noviembre de 2010

La pasión es como una montaña rusa. Cargada de emociones casi siempre violentas y repentinas, pero tan cambiantes como el viento. Así son las pasiones, como un torbellino, vienen y van. Siempre en los extremos. Del amor total al odio más claro y el rechazo. El amor es otra cosa. El amor es aceptar al otro con sus pequeños defectos, tratar de consensuar y buscar puntos medios, suavizar las cosas.


martes, 9 de noviembre de 2010

Me pregunto si usaré alguna vez el lenguaje tautológico de las minas que están en pareja. El chongo en cuestión le ha dado a comer una banana del árbol de la sabiduría. Empieza a hablar como el maestro Yoda y me dan ganas de molerla a palos.


domingo, 7 de noviembre de 2010

El amor no muere. Pero muta más de lo que podemos asimilar.


Comentario de Living Dead en

sábado, 6 de noviembre de 2010

En el colmo de las ironías, se descubrió que el logotipo de Hadopi había sido creado utilizando una tipografía sin licenciar. La tipografía original fue creada hace años en exclusiva para France Telecom, de modo que nadie más podía licenciarla. Sólo se podía conseguir en sitios web «piratas» de forma ilegal a través de Internet, violando los derechos de autor y propiedad intelectual. La agencia a la que el gobierno encargó el logotipo tuvo que admitir el «error» y cambiar la tipografía.

viernes, 5 de noviembre de 2010

¿Por qué las preguntas van entre signos de interrogación?

jueves, 4 de noviembre de 2010

No aguanto cuando me gimes mentiras al oído.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Se abrió la puerta y él me amó sin contrición, sin medida. Extirpando ideas dormidas de mi mente, llevando a cabo cada una de ellas.