lunes, 11 de octubre de 2010

Aaaah, el shampoo. Espeso líquido en el cual descansan los sueños y expectativas  de millones y millones de mujeres alrededor del mundo. Misterioso elíxir que, si cumpliera un pequeño porcentaje de lo que promete, nos convertiría a todas en dueñas de una cabellera tan brillante que hasta el mismo sol se sentiría envidioso.

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