martes, 27 de abril de 2010

notemos cómo cuando uno dice lo que piensa sin el más mínimo filtro, el otro tiende a pensar que uno se volvió loco o que está severamente intoxicado. esto no deja de ser triste: muchos se llenan la boca diciendo que hay que ser honesto y decir las cosas de frente, pero después no se bancan escuchar las respuestas.


1 comentarios cómplices:

Lucas dijo...

Claramente... pero hay que tener en cuenta que no todo lo que se dice se piensa.
Tendemos a automatizar frases como "hay que hacer lo que sentimos" y cosas así, que sean ciertas o no, son útiles cuando las hacemos a conciencia.

Lo mismo pasa con decir la verdad, de frente. Hay que actuar a conciecia, ya que cada caso es único e irrepetible... es el mundo en el que estamos -con el tiempo que corre invariablemente- y el mundo que hacemos -con como nos comportamos-.

Un saludo!