sábado, 4 de septiembre de 2010

Hace años decidí enviar gratuitamente mis libros por este medio a quien lo necesitase.
Ahora he descubierto que algunos se han dedicado a comercializarlos en la red.
Un escritor puede perder la fe en los politidos, en las editoriales y en el sistema en
general, pero cuando lo pierde en sus lectores no le queda esperanza alguna
a lo que aferrarse.

                                                Alberto Vázquez-Figueroa, Jueves, 05 de Agosto de 2010 01:41 p.m.

2 comentarios cómplices:

Anónimo dijo...

el escritor basicamente no debe descreer de su escritura, lo demás es puro cuento.

La lectora dijo...

uh, eso sí que es traición...